Empezamos la legislatura del ministro Wert como ministro de educación con la intención de llevar a cabo la reforma de ley educativa por la ley orgánica por la mejora de la calidad educativa, LOMCE. Esta reforma es conocida por llenar la educación de valores y características que solo se veían presentes en el propio franquismo y por tener en contra no solo a todos los grupos parlamentarios del congreso sino por las propias fracturas que generaba esta misma en el partido que la promulgaba. El PP pretendió llevarla a cabo por si mismos, rompiendo el contrato social que tiene con la ciudadanía e ignorando al resto del congreso. Al final el ministro Wert tuvo que someterse a la presión de la oposición, de su propio partido y de la comunidad educativa en su completo. Sin embargo el señor ministro no se conforma con su intento fallido de ley educativa ya que ahora pretende una reforma en el ámbito universitario, ese entorno educativo al que tanto le ha costado adaptarse al polémico plan Bolonia, recortando mucho sus contenidos académicos con el plan 4 + 1 , cuatro años de grado y uno de master, que este traía.
Esta reforma universitaria trae consigo en vanguardia la reducción de años lectivos en un grado universitario a tres años y alargando a dos años el tiempo de un master. Además trae consigo una bajada en el presupuestos de becas, en este caso, efectuada el pasado 29 de Enero de 2015. A todo esto pueden surgir cuestiones diversas como ¿Qué trae consigo un descuento de años lectivos en un grado? ¿Ahorramos en tasas? ¿Estaremos más o menos preparados para enfrentarnos al mundo laboral? Para responder a todas estas cuestiones podemos hacer referencia rápida a un ejemplo y es que hacer las cosas rápido y mal no es mejor que despacio y bien. Así pues ya con el modelo 4+1 trajo consigo que las carreras tuvieran que reducir su curriculum ahora con un año menos tendrían que reducirlo más aún y esto conllevaría reducir esencias de la educación como la fomentación del pensamiento crítico o el espíritu d investigación, competencias esenciales de la educación. Si no se fomenta el espíritu de investigación un futuro periodista no buscará más allá de lo que le sirvan en bandeja o un científico más allá del tradicionalismo de sus fórmulas, esto lo juntamos al pensamiento crítico ya que sin el el ser humano dejaría su filosofía, y de eso se trata, de filosofar, de cuestionar lo incuestionable, y eso, también se enseña. Esto respecto a los contenidos curriculares, pero además, con esta reforma solo se consigue desprestigiar, más aún, el título de grado ya que sin un master que complemente el grado, este en el entorno laboral no se ve completo. Es una realidad imposible de ignorar a la vez que es imposible negar la subida de tasas a pesar de que gobernantes se empeñen en hacerlo. Además destacamos también que la subida de las tasas de master son mayores que las de grado lo cual lleva consigo que el aumento del curso de un master aumentará las tasas de estos y mantendrá las de grado en su tasa actual. Esto no permite una rebaja del sistema educativo universitario, lo encarece, y es que la educación es una esencia de la democracia, un derecho civil de los ciudadanos. El Estado es el guardián de los derechos de estos y siempre ha de proteger los estudios y no perjudicar su acceso porque esta es la esencia del 3+2, fomentar el clasismo educativo porque solo podrán acceder a los master aquellos que pueden permitírselo, pues solo hay que ver la reducción de becas continuada con las políticas de austeridad neoliberales. Destacaré un dato para fundamentar este hecho y es que en España hacer un master es hasta un 67% más caro que estudiar un grado, al contrario que en veinte países europeos.
Esto no es más que un pequeño y modesto análisis de la nueva reforma universitaria, una vez más aprobada por unanimidad absoluta del partido popular, ignorando al resto de parlamentarios.
